Añadir leyenda |
Un guerrero de la luz sabe que las batallas que libro en el pasado siempre dejaron alguna enseñanza. Mas de una vez perdió su tiempo luchando por una mentira y sufrió por personas que no estaban a la altura de su amor
Para un guerrero de la luz no existe un amor imposible. No se deja intimidar por el silencio, por la indiferencia o por el rechazo. Sabe que, detrás de la mascara de hielo que las personas usan, existe un corazón de fuego.
Durante los últimos milenios se ha presentado mayoritariamente una
imagen de la mujer como un ser indefenso, salvable y supeditado al poder
y la protección masculina. Pero en todo el planeta y desde la
prehistoria existe la figura anterior de la gran Diosa, no sólo como
símbolo de la fecundidad y la vida, sino como salvadora y guerrera, que
fue sustituida por los héroes masculinos, a veces literalmente. Como en
el caso de Orfeo, quien antes fue una figura femenina. En concreto la
diosa sumeria del cielo Inanna que bajó al mundo subterráneo y se
enfrentó a la muerte .Estas diosas guerreras luchaban contra animales y
contra los atropellos o violencia masculinos. Como hemos dicho podría
ser un reflejo de procesos históricos, por ejemplo una lucha de una
sociedad matriarcal contra un pueblo invasor patriarcal (y de ahí se
derivarían multitud de mitos en los que esa lucha acaba con la derrota
femenina). Según Markale (un controvertido autor): “en toda tradición
mitológica –y esto es aún más cierto en el caso de los celtas-, hay que
preguntarse siempre si el mito no recubre una cierta realidad
histórica”. Y Labiosa comenta hablando sobre la civilización de Uruk:
“... allí se observa la instauración de un poder masculino personal.
Este no pudo imponerse más que después de una larga lucha contra el
poder matriarcal establecido, poseedor de las tierras. Tal lucha fue
indicada claramente en la epopeya babilónica de la creación el Enuma
Elish”. Estas luchas aparecen también reflejadas en las de los héroes
griegos contra las amazonas.
0 comentarios:
Publicar un comentario